domingo, 18 de marzo de 2012

Via crucis Etapa VIII

Etapa VIII
JESÚS HABLA A LAS PIADOSAS MUJERES

Las mujeres de Jerusalén, y sus niños y niñas, vienen a consolarle y a darle gracias. Han visto su compasión y han aceptado sus palabras de curación y libertad. Jesús había roto los convencionalismos sociales y religiosos para establecer contacto con ellos. Ahora están aquí para apoyarle. Jesús siente la pena de ellos. Sufre, sabiendo que ya no puede ayudarles más en esta vida. Conoce el misterio de enfrentar la separación de la muerte.
Octava Estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
« Lo seguía muchísima gente, especialmente las mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por Él.  Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: 
Hijas de Jerusalén, no lloren por mí.  Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos.  Porque va a llegar el día en que se dirá:  Felices las mujeres que no dieron a luz ni amamantaron.  Entonces se dirá: ¡Ojalá que las lomas nos ocultaran!  Porque, si así tratan al árbol verde, ¿qué no harán con el seco?» (Lc 23,27-31).









Actividad VIII
Responde:
1.-¿ Quienes aparecen en la imagen? 

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